Hoy es un día triste para la historia del rock. Tras innumerables años de leal servicio, el “Big Man” Clarence Clemons, deja la E Street Band y se va para siempre.
A sus 69 años el mítico saxofonista de la banda de Springsteen ha muerto a causa de complicaciones derivadas de un derrame cerebral sufrido hace unos días.
Su saxo era la esencia misma del sonido de los de Nueva Jersey y su inmensa silueta emergiendo de un escenario casi en penumbra, un sello característico de sus actuaciones en directo.
Muchos sentimos que se nos ha ido una parte de nuestra juventud. Una juventud de calurosas noches de verano, de parques y de recorrer la ciudad aprendiendo a conducir en un viejo Ford. Ineludiblemente Born to Run siempre nos acompañó en aquellas veladas, casi podíamos escuchar el eco del escalofriante solo de Clarence en Jungleland envolviéndonos en el misterio de aquellas madrugadas y alentando nuestras andanzas.
En directo era aún más poderoso, en Bilbao, aquel Julio de 2009 a pesar de las dificultades visibles (entró al escenario apoyado en Bruce y usando un bastón) fue capaz de desgarrar con su saxo la noche de San Mamés y estremecer el corazón de todos los presentes.
Desde ahora, cada vez que escuchemos discos como Born to Run, The River o cualquiera de las obras cumbre del “Boss” y los solos de Clarence inunden el silencio, no podremos dejar de sentir cierta nostalgia, por una época que ya no se volverá a repetir.
Clarence se ha marchado, pero no se fue solo. Sus compañeros de la E Street estaban allí para despedirle con honores, para reunirse por última vez.
Cuando caen los mitos, nacen las leyendas. Hasta siempre “Big Man”, allí donde estés, esperamos que nunca te falte tu pollo asado puntualmente a las 9:45.
No lo hubiera podido expresar mejor, pobre Clarence. Esta semana mismo me compro un pollo y me lo cocino a su salud!
ResponderEliminarAmén, hermano.
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